Un blog en castellano con críticas, siempre benevolentes, a la realidad española, a lo que se ve por la tele, a como se vive, escribe y piensa en España

viernes, 5 de junio de 2009

De profundis para General Motors

La General Motors se ha declarado en bancarrota. Desparecen así los Cadillac, los Pontiac, los Buick o los Saab. Ya no habrá grandes y presuntuosos cochazos atascados en la Quinta Avenida de Nueva York. Ya no circularán por las carreteras de Nevada los Cadillac descubiertos con las cornamentas de toro dominando el capó que hemos visto en tantas películas.
He oído algún comentario que apunta a que ha muerto el sueño americano. A mi, el sueño americano me recuerda los emigrantes italiano, portugueses, irlandeses (¿recuerdan la película “Titanic”?) que llegaban a Estados Unidos con sus maletas de cartón atadas con una cuerda y rellena de sueños y esperanzas. Me recuerdan a Henry Ford que empieza en su granero y crea un imperio, a Paul Getty, el self-made-man, que sirvió de inspiración a Walt Disney para el personaje de Tío Gilito, o, en tiempos más recientes, a Bill Gates y Steve Jobs, creadores de los imperios Microsoft y Apple.
El sueño americano fue descrito por el escritor estadounidense Horatio Alger Jr. (1832 - 1890) con historias que cuentan el paso de una vida de miseria a una opulenta, describiendo como jóvenes sin recursos consigan alcanzar la riqueza ye el éxito por medio de duro trabajo, coraje, resolución y preocupación para los demás.
Hoy parece que este sueño se materializa en un gran coche, una casita con jardín con barbacoa y piscina, y una cocina con todos los electrodomésticos. Y esto ya no es el sueño americano, mas una american life que los media nos han empujado a emular, aun que no tuviéramos las bases, y que, quizá, esté a la raíz de la crisis que estamos viviendo.

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