¿Bolsas de plástico o de fécula de patata?

A la vista de un agrio comentario a mi post del 11 de septiebre sobre este tema, veo necesario aclarar algunos puntos:
1- Las bolsas “ecológicas” están a disposición de los clientes de Carrefour (al módico coste de 0,05 €) desde muchos meses (diría más de un año) antes de la campaña publicitaria en televisión.
2- Dicha campaña (definida “campaña caca” por la Asociación Española de las Industrias de Plástico) ha sido retirada por la propia Carrefour.
3- Sin querer minimizar el indudable impacto ambiental negativo de las bolsas de plástico, es útil recordar que estas son 100% reciclables, y bastaría con un poquito más de buena voluntad por parte de los usuarios, desechándolas en los apósitos contenedores amarillo.
4- El 80% en peso del LDPE (el plástico de las bolsas) que se produce se destina a botellas y contenedores (productos de higiene personal o doméstico) y nadie se queja ni se hacen campañas publicitarias para utilizar otros plásticos biodegradables como polipropileno o polietilentereftalato (PET).
5- Desde mi experiencia de muchos años como químico en el sector de los materiales plásticos sintéticos, déjenme dudar que el gasto energético (y, como consecuencia, las emisiones de CO2) necesario para la fabricación, para unidad de peso, de las bolsas de plástico sea tan superior al gasto energético para unidad de peso para fabricar bolsas de fécula.

Por lo tanto es más que justificado pensar que la “campaña caca” de Carrefour fue producto más de interés económico (trasladar al cliente el gasto ingente de las bolsas, 34.000 millones €/año a nivel de grupo) que de un verdadero afán ecológico.